¿Crisis de lactancia o brotes de crecimiento?

Bienvenido@ a mi blog dedicado a la crianza y el cuidado de los niños. Hoy quiero hablarte de un tema muy común entre las madres: la crisis de lactancia o los brotes de crecimiento y por qué, en algunas ocasiones, tu bebé parece rechazar el pecho.

A menudo, de hecho, puede suceder que nuestro bebé rechace el pecho, creando preocupación y confusión en nosotras, las madres. ¡Pero no te preocupes, en este artículo te explicaré todo lo que necesitas saber sobre este tema!

¡Disfruta de la lectura!

Crisis de lactancia materna o brotes de crecimiento: ¿en qué consiste?

La crisis de lactancia y los brotes de crecimiento son dos fenómenos comunes durante el período de lactancia. Muchos padres se preocupan cuando su bebé comienza a negarse a amamantar o parece insatisfecho después de comer, pero no hay nada de qué preocuparse. Lo mejor que puedes hacer es conocer las causas detrás de estas crisis y entender cómo gestionarlas.

crisis de lactancia

¿Qué es la crisis de lactancia o brote de crecimiento?

La crisis de lactancia o crecimiento acelerado es una fase normal del proceso de crecimiento del niño. Durante esta etapa, el bebé parece comer más y requiere el pecho o el biberón con más frecuencia. El brote de crecimiento generalmente ocurre alrededor de las semanas 3-4, entre las 6-8 semanas, los 3-4 meses y los 6 meses de vida del bebé. En estas etapas, el bebé crece rápidamente y requiere más nutrición de lo habitual.

Durante los brotes de crecimiento, el bebé puede parecer insatisfecho después de amamantar y solicitar el pecho con más frecuencia. Esto puede hacer que la madre se sienta frustrada y preocupada porque no está produciendo suficiente leche para su bebé. En realidad, la crisis de lactancia es una fase temporal en la que el bebé intenta aumentar la producción de leche de la madre.

Las crisis de lactancia son causadas por una combinación de factores. Durante esta etapa, el bebé crece rápidamente y requiere más nutrición de lo normal. Además, el bebé está aprendiendo a succionar de forma más eficiente y a regular la cantidad de leche que recibe. Esto puede causar una disminución temporal en la producción de leche, lo que a su vez puede causar la crisis de lactancia.

Pero, ¿por qué el bebé rechaza el pecho durante una crisis de lactancia o un brote de crecimiento? La respuesta es simple: el bebé necesita más leche y trata de aumentar la producción de leche de la madre. Además, durante los brotes de crecimiento, el bebé puede ser más exigente y requerir más consuelo y seguridad del contacto con la madre.

Por lo tanto, durante las crisis de lactancia, tu bebé necesita más alimento de lo normal porque está creciendo rápidamente. Esto puede causar una mayor producción de leche materna, o una mayor demanda de biberones si tu bebé se alimenta con fórmula.

Las crisis de lactancia pueden durar varios días o, en el peor de los casos, algunas semanas y pueden ser un momento estresante tanto para el bebé como para ti.

Pero, ¿cómo puedes saber si tu bebé está pasando por la crisis de la lactancia?

Hay algunas señales que puedes buscar observando a tu hijo:

  • Tu bebè puede parecer más hambriento de lo habitual o está siempre insatisfecho después de la lactancia, requiriendo el pecho o el biberón con más frecuencia;
  • Puede parecer más inquieto y llorar más de lo habitual;
  • Mientras lo amamantas, sacude la cabeza  y la aleja de tus pechos, como si lo estuviera rechazando.

Sin embargo, antes de suponer que se trata de una crisis de lactancia, comprueba que estas señales no sean causadas ​​por otros factores, como un cambio en el entorno o la necesidad de consuelo y seguridad.

Una vez que reconozcas que tu bebé está teniendo una crisis de lactancia, mantén la calma y piensa que esto es una parte normal y necesaria del proceso de crecimiento de tu bebé.

No te escondo que es muy estresante y frustrante y lo primero que se nos pasa por la cabeza, ante estas crisis, es dejar de amamantar, pensando que el problema somos nosotras o que no estamos produciendo suficiente leche para nuestro hijo.

Sin embargo, ahora que sabes lo que hay detrás de estas crisis, aguanta y continúa con la lactancia sin preocupaciones y piensa que esta fase se puede superar con éxito y que, después de este reto, tú y tu bebé podéis seguir disfrutando de los grandes beneficios que la lactancia materna proporciona.

¿Por qué mi bebé se niega a mamar durante una crisis o brote de crecimiento?

Si tu bebé rechaza el pecho durante una crisis o un brote de crecimiento, es posible que te sientas preocupada y confundida. Sin embargo, hay muchas razones por las que esto puede suceder y, en la mayoría de los casos, es una etapa temporal y normal en el desarrollo de un niño.

porqué mi bebé rechaza el pecho?

Una de las causas comunes del rechazo del pecho durante una crisis de lactancia o un brote de crecimiento son las necesidades cambiantes de alimentación del bebé. Durante estos momentos, tu bebé puede necesitar más leche o con más frecuencia de lo habitual, lo que puede hacer que la lactancia materna sea menos satisfactoria para él. Además, tu bebé puede experimentar un aumento del apetito y la sed durante estos momentos, lo que puede llevarlo a rechazar el pecho.

En algunos casos, el rechazo del pecho puede deberse a una mayor sensibilidad del bebé. Durante la crisis o el brote de crecimiento, los bebés pueden volverse más sensibles a las sensaciones de succionar o tocar, lo que podría hacer que los senos les resulten incómodos o dolorosos.

Otro factor que podría afectar el rechazo del pecho durante una convulsión o un crecimiento acelerado es el estrés o la ansiedad del bebé. Durante estos momentos, los bebés pueden volverse más inquietos o ansiosos, lo que puede hacer que se sientan menos inclinados a alimentarse.

Finalmente, es importante considerar el papel de la lactancia materna durante una crisis o brote de crecimiento. Durante estas etapas, la lactancia materna puede desempeñar un papel importante para brindarle a tu bebé el consuelo y la seguridad que necesita. Sin embargo, si tu bebé rechaza el pecho, es posible que necesites encontrar otras formas de consuelo y tranquilidad.

En pocas palabras, si tu bebé rechaza el pecho durante una crisis de lactancia o brote de crecimiento, ¡no te preocupes!. 

Hay muchas razones por las que esto puede suceder y, en la mayoría de los casos, es una parte temporal y normal del desarrollo de tu hijo. 

Habla con tu pediatra o especialista en lactancia para obtener apoyo e información adicional, y trata de brindarle a tu bebé la comodidad y la seguridad que necesita durante este tiempo.

¿Cuándo ocurren las crisis de lactancia o los brotes de crecimiento?

Crisis a las 3-4 semanas de vida

La lactancia materna es una experiencia que puede presentar algunos desafíos en las primeras semanas de vida de un recién nacido. Una de las etapas críticas de la lactancia materna se da entre los 17 y 20 días de vida del bebé.

rechazo pecho bebè

Durante este tiempo, muchos recién nacidos se vuelven quisquillosos de repente y parece que ya no quieren prenderse al pecho como antes. Este comportamiento puede asustar a las nuevas madres haciéndoles pensar que el bebé no está recibiendo suficiente leche, pero en realidad es una fase fisiológica del bebé.

Esta crisis de lactancia es provocada, como te comenté anteriormente, por un cambio en las necesidades del bebé. Después de las primeras dos semanas de vida, el bebé comienza a crecer más rápido y necesita más nutrición para apoyar su crecimiento. Por esta razón, durante esta fase crítica, el niño parece querer comer más y más a menudo, y puede parecer que nunca está saciado.

Crisis a las 6-7 semanas de vida 

Las semanas 6 y 7 de la vida de un recién nacido pueden presentar algunos desafíos para las mamás que amamantan. Durante este tiempo, el bebé puede volverse más irritable y requerir tomas más frecuentes, lo que puede ejercer presión sobre el suministro de leche materna de la madre.

Además, el bebé está creciendo rápidamente y puede comenzar a dormir menos por la noche, lo que provoca más fatiga y estrés para la madre. Entonces, ¿qué puedes hacer?

Mantén la calma, alimenta a tu bebé con frecuencia, favoreciendo el contacto piel con piel, y ten mucha paciencia. La crisis de lactancia en la sexta y séptima semana de vida de tu bebé puede ser difícil de superar, pero no imposible. Con el apoyo y la atención adecuados, podrá superar las dificultades y continuar amamantando a tu bebé de manera saludable y feliz.

Crisis de los 3 meses

La crisis de lactancia de los 3 meses es quizás la crisis más difícil para las madres que amamantan. Durante este tiempo, el bebé puede parecer menos interesado en amamantar o puede comenzar a amamantar por períodos más cortos. Esto puede causar preocupación y ansiedad a las mamás, pero es importante saber que esta es una etapa normal en el desarrollo del bebé.

Hay varias causas que explican la crisis de lactancia de los 3 meses, entre ellas:

  1. Cambios en el apetito: a los 3 meses, tu bebé puede comenzar a estar más activo e interesado en su entorno, lo que puede afectar su apetito y frecuencia de alimentación.
  2. Crecimiento del bebé: Durante el tercer mes de vida, el bebé crece rápidamente y necesita más nutrición para cubrir sus necesidades.
  3. Cambio en la succión: El bebé empieza a mamar rápidamente y, si antes tardaba incluso media hora, ahora consigue terminar la toma en pocos minutos. Obviamente, ante este cambio, las madres se preocupan y empiezan a pensar que el niño no tiene hambre. En realidad, a esta edad tu hijo se ha vuelto un experto en la succión y es capaz de tomar una mayor cantidad de leche en menos tiempo.

Por tanto, si estás pasando por la crisis de los 3 meses, recuerda que, al igual que las anteriores, es una crisis temporal y que tu bebé volverá a la alimentación habitual al cabo de unas semanas.

La crisis de lactancia de los 3 meses puede ser una etapa muy dura para muchas madres, pero con el apoyo y la atención adecuados, se puede superar.

Continúa amamantando a demanda, mantén la calma y pide ayuda si es necesario. Con el apoyo y la atención adecuados, podrás superarlo sin ningún problema.

Crisis de los 6 meses

La crisis de lactancia de los 6 meses también es una etapa normal en el desarrollo del bebé que puede provocar cambios en la frecuencia y duración de las tomas.

Durante los primeros 6 meses de vida, el bebé ha crecido muy rápido y necesita ser alimentado con frecuencia para cubrir sus necesidades nutricionales. Sin embargo, a los 6 meses, tu bebé comienza a explorar el mundo que lo rodea y a desarrollar nuevas habilidades, como sentarse solo, agarrar objetos y llevárselos a la boca.

Estos cambios pueden conducir a una disminución en la frecuencia de las tomas y el tiempo dedicado a amamantar. El bebé puede comenzar a necesitar menos tomas durante el día y a dormir más durante la noche. Sin embargo, esto no significa que el bebé esté recibiendo menos nutrición: la leche materna sigue siendo la principal fuente de nutrición para el bebé incluso después de los 6 meses.

Además, a los 6 meses el niño puede comenzar a explorar alimentos sólidos, como frutas y verduras, bajo la guía del pediatra y la madre. La introducción de alimentos sólidos en la dieta de tu bebé puede significar otro cambio en la alimentación, pero es importante continuar amamantando a tu bebé con regularidad para garantizar la continuidad del suministro de leche materna.

Recuerda también que la crisis de lactancia de los 6 meses es una fase transitoria y que la leche materna sigue siendo la mejor fuente de alimentación para tu bebé. Continuar amamantando a tu hijo con regularidad, ofrecer el pecho cuando sea necesario y seguir las instrucciones del pediatra puede ayudarlo a superar esta etapa y garantizar a tu hijo  una nutrición adecuada.

Consejos para superar la crisis de lactancia o brote de crecimiento

cómo superar las crisis de lactancia

La crisis de la lactancia o el brote de crecimiento pueden ser momentos difíciles para las madres, pero hay consejos que pueden ayudarte a superar estas fases y mantener una buena producción de leche materna.

  1. Mantén el contacto piel con piel: Durante una crisis o brote de crecimiento, tu bebé puede ser más exigente de lo normal y requerir más atención y mimos. Mantener contacto piel con piel con tu hijo puede ayudar a fortalecer el vínculo entre vosotros y hacer que tu bebé se sienta más seguro y en paz.
  2. Amamanta con frecuencia: durante una crisis o un brote de crecimiento, es posible que tu bebé necesite amamantar con más frecuencia y por períodos más prolongados. Es importante responder a sus necesidades alimentándolo con frecuencia y ofreciéndole el pecho cuando lo pida.
  3. Ofrece ambos senos: Durante una toma, ofrecer ambos senos a tu bebé puede ayudar a estimular la producción de leche materna y satisfacer su hambre.
  4. Asegúrate de tener una ingesta adecuada de líquidos y nutrientes: mientras amamanta, es importante que la madre mantenga una ingesta adecuada de líquidos y nutrientes para garantizar una producción suficiente de leche materna y satisfacer sus propias necesidades nutricionales. Beber mucha agua y seguir una dieta equilibrada puede ayudarte a apoyar la lactancia y superar las crisis o los estirones de crecimiento.
  5. Presta atención a la postura de amamantar: durante una crisis o brote de crecimiento, es posible que tu bebé no pueda prenderse al pecho correctamente. Verifica la posición de tu hijo mientras lo alimentas, asegurándote de que tenga un buen agarre y que el pezón esté centrado en su boca. Si tienes alguna inquietud o dificultad, busca el consejo de un asesor de lactancia o un profesional de la salud especializado.
  6. Cuida tu bienestar: durante la crisis o el brote de crecimiento, es importante cuidar tu bienestar. Descansar siempre que sea posible, comer alimentos saludables y nutritivos, hacer ejercicio ligero y pedir ayuda cuando sea necesario pueden ayudarte a mantener una buena salud y superar esta etapa.
  7. Busca apoyo y asesoramiento: durante las crisis de lactancia, puede ser útil buscar el apoyo de otras mamás que hayan tenido experiencias similares. Unirse a un grupo de apoyo a la lactancia o buscar el apoyo de un asesor de lactancia o un profesional de la salud especializado puede ayudarte a superar los desafíos y encontrar soluciones efectivas.

Continuar amamantando a tu bebé es una opción valiosa para su salud y bienestar a largo plazo.

Recuerda que las crisis de lactancia son fases temporales y que, con paciencia y determinación, se pueden superar con éxito. 

La forma en que manejes esta difícil etapa marcará el éxito de la lactancia a largo plazo y todos saldréis ganando.

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